Las
políticas de prevención fallan en proteger a los niños de los daños del azúcar
añadido
·
Entre
60 y 85 por ciento de niños mexicanos (1-19 años)
consume más azúcar añadido que lo recomendado por la Organización Mundial de la
Salud poniéndose en riesgo de obesidad, diabetes,
enfermedades cardiovasculares y caries dentales.
·
El
nuevo informe “Enganchados de por vida” por la
Union of Concerned Scientists (UCS) de los Estados Unidos demuestra cómo la interferencia de la
industria ha debilitado las políticas públicas que deben proteger a los niños de
los daños causados por el azúcar añadido, especialmente a los más pequeños.
·
México
necesita regulaciones basadas en la evidencia científica que realmente garanticen
el derecho de los niños de todas las edades a la salud y la alimentación.
Ciudad de México, 10 de
noviembre, 2016.- Las
políticas públicas existentes han fallado en proteger a los niños de los daños a
la salud que provocan los azúcares añadidos. Evidencia sólida y exhaustiva
demuestra que los alimentos y bebidas con azúcares añadidos son uno de los
principales causantes de la obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y
caries. No obstante, la Gran Industria de Alimentos y Bebidas continúa publicitando
agresivamente estos productos a niños para manipular sus gustos y preferencias
desde edades muy tempranas. Estas estrategias de la industria, combinadas con
una política débil por parte del Estado tienen efectos perjudiciales y
duraderos en la salud de nuestros niños.
En
conferencia de prensa, se presentó el informe “Enganchados de por vida: Cómo las políticas públicas poco robustas y los
azúcares añadidos ponen en riesgo a una generación de niños”,1 publicado por la Union of Concerned
Scientists (UCS), por el Dr. Ricardo Salvador director del Área
de Alimentación y Medioambiente de la UCS -una de las agrupaciones científicas
independientes más importantes de los Estados Unidos (EE.UU.)- en el que se
muestra cómo los gustos de los niños son capturados y modelados por la
industria y cómo el actuar del Estado puede contrarrestar esta situación.
El
documento enfatiza que la infancia es una etapa en la cual los gustos y
preferencias se encuentran en formación y hay una predilección natural por lo
dulce. Los niños que están expuestos a alimentos y bebidas azucaradas en esta
etapa temprana, están en riesgo de desarrollar un gusto por lo dulce para
hidratarse y alimentarse que durará para toda su vida, por lo que la industria
aprovecha este periodo de formación y desarrollo para enganchar a los niños.
“Es
evidente que necesitamos mejores políticas públicas que garanticen que nuestros
niños tendrán un inicio de vida saludable, para que puedan evitar enfermedades
que se extenderán a lo largo de sus vidas. Es imprescindible que las
recomendaciones de políticas federales reflejen la ciencia más actualizada y
que eviten cualquier presión por parte de la industria de alimentos y bebidas”,
declaró Ricardo Salvador, Director del Área de Alimentación y Medioambiente de
la Unión
En
México, el alto consumo de azúcar añadido es una de las causas principales de
la epidemia de obesidad y diabetes. Entre 60 y 85 por ciento de los niños mexicanos (1-18 años) consumen más azúcar añadido que
lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.2 Entre los
niños menores de 4 años, más de la mitad de su ingesta diaria de azúcar añadido
proviene de bebidas azucaradas. Y el 65% de los niños mexicanos
menores a 2 años, consumen bebidas azucaradas
frecuentemente, aun cuando la
recomendación es de no consumir azúcares añadidos en esta etapa.
La
influencia que la Gran Industria de Alimentos y Bebidas tiene en las dietas de
los niños es perversa. En los EE.UU. esta industria gasta un cuarto (1.8 mil millones
de dólares) de su presupuesto anual en publicidad (7 mil millones de dólares)
solo para publicitar alimentos y bebidas a niños, la mayoría de esta publicidad
es para alimentos altos en azúcar añadido. A consecuencia de este bombardeo, los
estudios demuestran, que la mayoría de los niños con tan solo dos y tres años
pueden identificar a los personajes que son usados para publicitar alimentos;
los que se encuentran entre los tres y cinco años ya pueden recordar marcas de productos.
Las
estrategias de la industria para enganchar a los niños, comienzan desde edades tempranas
con la publicidad dirigida a bebés y niños pequeños. Dentro de los productos que
se publicitan a los infantes de entre cuatro meses a dos años se encuentran jugos,
cereales y purés de fruta; verduras y carne; los cuales han sido fuertemente
publicitados hacia los padres para convencerlos de los beneficios de introducir
alimentos sólidos para suplementar la leche materna con el objetivo de desarrollar
lealtad en los consumidores hacia las marcas desde una edad temprana.
Además
de la publicidad, la industria financia estudios para poner en duda la
evidencia sobre los daños del azúcar añadido invirtiendo cuantiosos recursos
para incidir en la política pública. Un
claro ejemplo es el gasto realizado por empresas como Nestlé, Kraft, PepsiCo y
Unilever de más de 90 millones de dólares entre 2010 y 2015 para influir en la
legislación sobre nutrición y alimentación.
Para
enfrentar estas estrategias, las políticas del Estado son insuficientes, así lo
declaran los autores del informe. El estudio demuestra que las regulaciones y las
guías nutrimentales en los EE.UU. no están basadas en la mejor evidencia
científica sobre el azúcar añadido. Las políticas no contemplan en su diseño el
hecho de que los niños, particularmente, los más pequeños, deben de consumir
menos azúcar añadida que los adultos.
De
acuerdo con Genna Reed, autora principal del reporte y Analista sobre la
Ciencia y la Política del Centro para la Ciencia y la Democracia de la UCS: “Muchos
alimentos formulados para niños pequeños tienen un etiquetado basado en la dieta
de un adulto. Sabemos que consumir demasiado azúcar añadido aumenta el riesgo
de graves problemas de salud, pero esto es aún más peligroso para niños menores
de cinco años porque tienen dietas de menos calorías y todavía están en proceso
de desarrollo de sus hábitos dietéticos. Los padres y madres de familia
necesitan mejor información para que ellos puedan mantener saludables a sus
hijos"
La
investigación presenta propuestas claves para asegurar que los niños desde
edades tempranas estén protegidos frente a los esfuerzos de la Gran Industria
de Alimentos y Bebidas de engancharlos hacia un consumo de productos dulces. Las
recomendaciones para México, que han sido adaptadas del documento para asegurar
el derecho de la infancia a la alimentación y la salud son:
·
Un
etiquetado frontal de los alimentos y bebidas dirigidos a niños entre 2-18 años
basado en una referencia de consumo diario de azúcar que sea adecuada para los niños,
es decir, 5 cucharadas cafeteras (25 gramos) según la recomendación de la Asociación
Americana del Corazón.3
·
Prohibir
la publicidad y las herramientas mercadotécnicas de productos dirigidos a niños
de 0-18 años en todos los medios, usando el modelo de perfil de nutrimentos
establecidos por la Organización Panamericana de la Salud.
·
Implementar
la regulación del expendio y distribución de alimentos y bebidas en las
escuelas, incluyendo planteles prescolares, para asegurar que éstos alimentos y
bebidas sean prohibidos.
·
Eliminar
la presencia de azúcar añadida en alimentos dirigidos a niños menores de dos
años, de acuerdo a la recomendación de la Asociación Americana del Corazón los niños
menores de dos años no deben de consumirla.
·
Asegurar
que las políticas públicas estén desarrolladas y monitoreadas por comités y
grupos de trabajo conformados en un proceso público y abierto por las
autoridades e institutos de salud, la academia y la sociedad civil libre de
conflictos de interés.
·
Garantizar
que las políticas públicas estén desarrolladas bajo la evidencia científica y
las recomendaciones internacionales que son libre de conflicto de interés.
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1.
Hooked for Life: How Weak Policies on Added Sugars Are
Putting a Generation of Children at Risk. G. Reed, C. Johnson, P. Phartiyal.
Union of Concerned Scientists. 2016.
2.
Usual Intake of Added Sugars and Saturated Fats Is
High while Dietary Fiber Is Low in the Mexican Population. N. López-Olmedo et
al. Journal of Nutrition. 2016
AHA Scientific Statement. Added Sugars and Cardiovascular Disease Risk
in Children: A Scientific Statement from the American Heart Association. MB
Vos et al. Circulation, 22/9/2016. http://circ.ahajournals.org/co
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