sábado, 6 de abril de 2013

Para evitar el mal olor de las axilas

Este tema aparentemente no tendría mucho qué ver con la cocina pero aquí les daremos unos consejos que hemos probabo y dan resultados. Algunos a corto plazo y otros a mediano o largo plazo pero definitivamente, todos bastante útiles:

Comenzaremos diciéndoles que son las bacterias que se alojan en esa zona del cuerpo las que producen el mal olor y no el sudor por sí mismo. Si sabemos esto, podemos entonces entender que, nuestro objetivo es mantener a las bacterias a raya para controlar el problema.

Como comentario curioso, al parecer no todas las razas humanas son propensas a tener mal olor por el sudor. Por ejemplo, en Corea la gran mayoría de sus habitantes no generan mal olor con su sudor (lástima para las marcas de desodorantes).

Pero fuera de esto, el resto de los mortales tenemos que lidiar con este tema y por eso, aquí van las recomendaciones:

Evitar la ropa sintética y muy pegada al cuerpo
Porque no permite la ventilación de esa zona del cuerpo y propicia que las bacterias encuentren un ambiente propicio para vivir. Es mejor ropa de fibras naturales y no tan pegada al cuerpo.

La ropa que usas
Antes de meter la ropa a la lavadora, frota un poco de jabón con agua para ropa sobre toda la zona de la axila y hasta el hombro. Deja que la jabonadura actúe unos 20 minutos y luego lava como de costumbre.

Pero toma en cuenta que, aunque la laves, la ropa más vieja que tienes va guardando los olores. En cuanto notes que una de tus prendas está generando mal olor, elimínala de tu guardarropa.

Usar jabón sin perfume
No cualquier jabón cae bien a nuestro cuerpo así que hay que tener cuidado con esta recomendación pero, lo que podemos decir es que, un jabón muy perfumado o con muchos químicos deja muchos más "residuos" en nuestra piel porque tiene que "fijar" el perfume en nuestro cuerpo. Según el tipo de piel, un jabón neutro o alguno hipoalergénico serían una buena opción.

Ubicar la "zona problemática"
Esta, tal vez debería ser la recomendación número 1 porque seguramente, ya has usado  muchos tipos de desodorantes pero sin resultado. Si éste es tu caso, en nuestra opinión, las zonas problemáticas no se encuentran en la axila sino en el pliegue del brazo que queda justo arriba de la axila, es decir, por donde inicia el tirante de tu brassiere (por darles una idea de dónde es esta zona).

Tallar con cuidado
A la hora de bañarte, es probable que "pases por alto" lavar esa zona del pliegue que te hemos mencionado. De ahora en adelante, aparta un tiempo de tu ducha diaria para tallar esa parte de tu cuerpo con intensidad, pero no tan fuerte que te lastimes la piel. Usa tu tallador habitual para limpiar la zona y remueve los rastros del desodorante que usaste el día anterior. No te recomendamos que uses una esponja porque es demasiado suave.

Limón
Así de simple y sencillo: el limón es un muy buen desodorante natural. Ponlo luego de bañarte y listo! Alguna de tu ropa más delicada puede mancharse un poco, deja que el limón seque antes de vestirte y es todo. Si tienes mucha actividad en el día y sientes que el olor ataca, lleva un limón en tu bolsa y ponte otro poco más de jugo fresco. La gran ventaja del limón es que es, generalmente, barato, que es natural y que te lo puedes poner si riesgo de daño a tu cuerpo. Es más, hasta te ayuda para que tu piel se blanquee!


Desodorante

Hace un par de años miré en un anaquel del supermercado una promoció que decía "Ahora sin Aluminio". Entonces me pregué: "¿El aluminio es malo para nuestro cuerpo?" y bueno, que me pongo a investigar. Resulta que algunas investigaciones arrojaron que posiblemente el aluminio fuera causa de cáncer de mama. Esto hizo que definitivamente eliminara de mi vida los desodorantes, ya no confío en ellos. Por eso te recomiendo el limón (ver arriba), agua oxigenada o hasta agua de coloina.

Pero su de todas formas decides usar un desodorante, la recomendación es usar uno suave en vez de uno con una fragancia fuerte porque con el paso del día se van "amargando" y huelen mal.

Si puedes, lava la zona por la noche, antes de dormir para que el desodorante que usaste en el día no se quede "añejándose" en tu cuerpo toda la noche.

Si sigues los consejos que te damos aquí, vas a ir notando una mejoría y entonces, poco a poco podrás ir usando cada vez menos el desodorante o podrás cambiar a un desodorante cada vez menos fuerte para tu cuerpo.

Desecha tu desodorante, si ya tiene más de 2 meses, es probable que el aroma haya cambiado, lo mismo su efectividad.

La alimentación
¿Tiene algo qué ver?, ¡Claro, tiene mucho qué ver! Pues el sudor tiene un nivel de Ph que cambia según la forma de alimentarnos y es de ése sudor del que las bacterias se alimentan para vivir. Por ejemplo, una persona que come mucha carne roja (res y cerdo) y embutidos, es más propensa a tener un sudor mucho más problemático.

En el caso de el azúcar y la sal, su efecto es para aligerar la concentración del sudor.
Nuestra recomendación es reducir lo más posible el consumo de azúcar, sal, carnes rojas y sobre todo, embutidos. Te aseguramos que verás la diferencia en unos meses.

Tomar agua simple
Es uno de los mejores consejos que te damos ya que ayuda a tu organismo a depurarse y evitar que el sudor esté muy concentrado y así las bacterias no tendrán mucho de dónde alimentarse. Tomar agua.

Hacer ejercicio
Te ayuda a eliminar las toxinas que son el alimento de las bacterias en las axilas.

Ventilación y sol
El cuerpo en general necesita aire y un poco de sol para manterser sano. Consiente esta parte de tu cuerpo con estos beneficios y mantén controladas a esas bacterias que no pueden vivir en ambientes frescos y secos.

Aceite de coco
Una opción efectiva puede ser también usar de vez en cuando un poquito de aceite de coco del que venden en frasco para cocinar y que parece como mantequilla blanca. Una menos de media cucharadita después de bañarte pero de vez en cuando. Además de que vas a notar que se elimina el mal olor, también podrás ver que, si tienes algunas estrías en esa zona, van a ir desapareciendo. Pero mucho ojo porque si lo usas seguido o en grandes cantidades puede que se te inflame la axila porque se forme una bolita de grasa. Checa esta opción porque, además de barata, es natural y eficaz.

Agua oxigenada
Se usa para desinfectar y es mucho mejor cuando tienes heridas pequeñas que usar alcohol porque mata las bacterias por su concentración de oxígeno. Pues lo mismo aplica para tus axilas. Prueba poniéndote un poco de agua oxigenada un fin de semana que no tengas que salir y haz tus actividades cotidianas, verás que, no necesitas desodorante!  Además, no duele y no tiene olor.
Precaución: Cada piel es diferente así que primero hay que ver la sensibilidad. Por lo general no hay reacciones pero, es mejor que te asegurres.Úsala con cuidado y con moderación.

Hasta aquí con los consejos que les damos, sabemos que hay muchos más pero por nuestra parte, son todos por el momento.Esperamos que te sean de utilidad.






lunes, 25 de marzo de 2013

¿Cómo preparar pasta?

Uno de los platillos más versátiles y con los que tienes asegurado el éxito es con una buena pasta. Cortas o largas, rellenas, integrales o exóticas, una pasta siempre es un platillo que sorprende cuando está bien preparada.

A los señores la pasta les encanta y espero que no me dejen mentir si digo que cuando ellos cocinan, es algo de lo que mejor preparan; muchos hasta tienen sus «recetas secretas». Díganme si no.

He recopilado durante algún tiempo algunos consejillos que algunos chefs y buenos amigos me han dado para cocinar pasta. Ahora mismo se los comparto con la seguridad de que la próxima vez que cocinen pasta, habrá alguna buena diferencia en el resultado.

Cualquier italiano (los expertos en pastas por antonomasia) te dirá que cocinar pasta tiene cierto truco. No es sólo calentar agua y vaciar la pasta; aunque tampoco es la gran ciencia oculta, es una cuestión de práctica y de poner atención al detalle de la cocción.

Una buena pasta no tendrá problemas de que se pegue al cocinarse; cierto es que uno debe estar al pendiente de que esto no suceda pero —para quienes no tenemos la suerte de poder comer todo el tiempo pastas frescas recién hechas—, cuando compramos, la marca sí hace la diferencia.

Adiós al mito de poner cualquier cantidad de cosas al agua de cocimiento de la pasta, llámense sal, cebolla, ajo, aceite, hierbas de olor o cualquiera otra porque resulta que, por su naturaleza, la pasta no es capaz de absorber sabores durante la cocción en agua. Además no tiene caso condimentarla en la cocción puesto que el real sabor lo tomará cuando se combine con los demás ingredientes de la receta.

¿Qué pasa si vamos a preparar una pasta que tendrá que esperar varias horas antes de ser servida? ¡Fácil! Una vez cocida la pasta, ponla sobre una charola extendida y rocíale un chorrito de aceite vegetal (del que acostumbres), remueve delicadamente para que no se rompa la pasta y déjala descansar en un lugar templado. Cuando se acerque la hora de servirla es cuando podrás terminar de cocinarla con los demás ingredientes de la preparación.

¡Ah claro! La clásica duda de ¿cómo saber cuándo una pasta está lista? Lo que les puedo decir al respecto es que:

a) Si estás cocinando una pasta de buena calidad, lo único que necesitas es seguir las instrucciones de la receta. Nada más.
b) El punto al dente, es cuando la pasta está cocida idealmente para que no esté ni cruda ni totalmente cocida sino en un punto intermedio. Después de esto, la pasta debe dejar de cocerse en agua, escurrirla y pasar al siguiente proceso donde se integra con: salsas, carnes, vegetales o con lo que se vaya a acompañar. Este paso algunas veces implicará que se siga cocinando o tal vez no, depende de la receta.
c) Si estás acostumbrada a las sopas caseras aguadas, cuando prepares pasta al dente, probablemente tu paladar sienta que está algo cruda y dura, bueno, éste es el verdadero punto, no las largas cocciones donde las pastas quedan sobrecocidas, batidas o quebradas.

Finalmente, cada vez que cocines una pasta, pruébala a intervalos, esto te va ir dando tu propia idea de lo que significa estar al dente, es decir, en su punto exacto de cocimiento (que no es necesariamente el punto de cocimiento de toda la receta).

La práctica y tus propios sentidos son los que te van a ir indicando.

¿Cómo evitar los toques eléctricos?



 Una muy buena amiga recientemente me comentó que a ella siempre le dan toques todas las cosas y se preocupa mucho cuando tiene que saludar de mano o despedirse de beso de alguien porque teme darle una de esas pequeñas y molestas descargas eléctricas.

Le preparé estos consejos que ahora también comparto con ustedes.

Evitar usar ropa (y colchas o sábanas) de poliéster, nylon u otras fibras sintéticas– usar telas de algodón  
 Usar un suavizante para ropa de los que son de libre enguague para que perdure por más tiempo en la ropa. 
 Ponerse crema  en el cuerpo después de bañarse.
Ponerse crema en las manos varias veces al día.
Evitar las cremas para peinarse o sprays para el cabello.
Tomar agua simple.
Ubicar si existe alguna fuga de energía en la casa o el lugar de trabajo.
Ubicar si existe una zona de carga de energía eléctrica  (la alfombra, las puertas, etc.) 
Usar algún antiestático para los muebles y el piso.
Evitar los ambientes secos en casa u oficina, tal vez con un humificador.
Evitar arrastrar los pies cuando se camina para no hacer fricción.
Usar alguna pulsera de electricista para descargarse la energía, no son nada caras y son fáciles de usar.

Estos son los consejos que me sé pero se aceptan más ideas!!


sábado, 16 de marzo de 2013

Los recetarios de antes


Recetas por todos lados: Las que te regalaban con los productos que comprabas, las que conseguías juntando varios tickets de compra, las que venían en las revistas para "amas de casa", las que ibas coleccionando junto con tu mamá y hasta con tu papá como un preciado tesoro enciclopédico, tantas y tantas recetas, recetarios, estilos de cocinar, estilos de fotografía y redacción gastronómica; épocas representadas en estas imágenes.

Las ves y sonríes, los anuncios de aquellas viejas revistas te traen recuerdos o te hacen reír por lo sencillas que ahora parecen aquellas campañas publicitarias. Te sorprende cómo no hace mucho la moda era otra y hasta la moda en las vajillas y la manera en presentar los platillos era otra.

Pero no son sólo recetarios, estamos hablando de recuerdos, como fotos del álbum familiar. Aquella receta que guardaba tu mamá del recorte de periódico o la que quitó de aquella lata de leche condensada porque tú le pediste que te cocinara algo así. La que está llena de grasa de tantas veces que la preparó tu abuelita o la que nuna la llegaste a preparar pero que te encanta por la foto.

Tú también tienes de estos recuerdos, ¿verdad?
































viernes, 1 de febrero de 2013

¿Cómo se pelan los ajos?

Existen varias técnicas.

Si quieres que los ajos te queden enteros:
1. En agua al tiempo, remoja por unos instantes los ajos. La película (cáscara o piel) se reblandecerá y podrás pelarlos con facilidad.
2. Coloca un diente de ajo sobre una tabla de cocina y con un cuchillo ancho, aplasta un poco el ajo de manera que la película se truene pero no el diente de ajo. Ya tronada la cáscara puedes pelarlos a mano con mayor facilidad.
3. Corta la parte inferior del diente de ajo (por donde le saldrían las raíces) y pela cada diente tomando la cáscara desde la avertura que hiciste.

Si no es importante que queden enteros:
1. Toma un ajo con todo y cáscara, córtalo por la midad (vertical) y pélalo retirando el ajo de la cáscara. Esta manera es muy fácil.

Consejos adicionales:

Si quieres ahorrar tiempo y evitar que tus manos huelan a ajo cada vez que cocinas. Puedes hacer comprar varias cabezas de ajo, pélalas todas y machácalas o muélelas ligeramente con un procesador de alimentos pequeño. En un frasco muy limpio, almacena tu "pasta de ajo en el refrigerador (en la parte media). Te durarán como 1 mes y medio.

También puedes congelar esta "pasta" de ajo y luego cortarla en cubitos" como del tamaño de un cubo para consomé. Vuelve a congelar y así sólo necesitas usar los cubitos que quieras cada vez que cocines.

Recuerda que una buena cabeza de ajo casi no tiene olor. La película que cubre cada ajo conserva un buen color y está lisa. Un ajo que ya no está en buen estado no está firme sino aguado o podrido, o arrugado, o está comenzando a germinar.

Para eliminar el olor a ajo en tus manos, una vez que pelaste los ajos, enjuaga tus manos con abundante agua. Después lava tus manos con jabonadura para trastes y, finalmente con un poco de agua oxingenada y vuelve a enjuagar con agua limpia.